2. Embalse del Bosquet de Moixent

Adéntrate también en la maravilla del embalse del Bosquet de Moixent, donde un lago artificial, alimentado por barrancos mediante muros del siglo XVIII, se convierte en el corazón del lugar.

Este lago no solo brinda la oportunidad de disfrutar de un refrescante baño, sino que también permite la práctica de deportes acuáticos.

Sumérgete en una jornada al aire libre, desde un relajado pícnic hasta rutas de senderismo que desvelan la belleza del entorno, o simplemente disfruta de la serenidad del lago.

Además, las actividades en el Bosquet se expanden más allá del agua; explorar senderos para caminatas o paseos en bicicleta se convierte en una opción fascinante. Descubre la Cova Pates o Cueva de Patas y otras cuevas cercanas, donde las trazas de arte rupestre levantino, protegidas por la UNESCO desde 1998, narran escenas de caza y figuras humanas con vestimentas diversas. Las pinturas al aire libre, en perfecto estado tras miles de años, ofrecen escenas de caza y la vida cotidiana de la antigua Moixent. Un lugar donde los niños pueden sumergirse en la recreación de historias del pasado.

3. Montesa

Para completar el día, acércate al castillo de Montesa, una joya histórica que se remonta a la época celtíbera o romana. Estratégicamente situado, este castillo ha desempeñado un papel crucial a lo largo de la historia, destacando durante la época musulmana. Admira sus imponentes muros y torres, sumergiéndote en la fascinante narrativa y naturaleza de la región.

Explora el municipio a través del Museo Parroquial y la Iglesia de la Asunción, o sumérgete en la historia en el Museo de la Almazara.

El paisaje de Montesa, bañado por la vid, se complementa con un atractivo turístico de gran importancia: el Museo Histórico-Etnológico La Costera, una antigua bodega del siglo XVIII, convertida en la actualidad en un museo donde se puede conocer cómo se elaboraba, de manera antigua y tradicional, el vino.

Montesa te invita a callejear, descubriendo panorámicas transformadas por la agricultura. Eso sí, no te vayas de La Costera sin completar la experiencia, deleitándote con un exquisito arroz al horno o “arròs amb fesols i naps”.